Cuentan que una doncella,
bella donde las halla,
en un claro recoge bayas,
que cerca del bosque queda.
Todo hombre la quería,
mas ella, peripuesta,
rechazaba las propuestas
que le ofrecían.
Dicen que hombre esperaba,
uno apuesto y alto,
que un día como este, a la guerra marchaba.
Dicen que espera en vano,
que por mucho que espere,
de que vuelva, la esperanza ha acabado.
Dicen que va a aquel claro
a llorar desconsolada,
pues alli, un día, el le pidio la mano.
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